martes, 26 de junio de 2012

Una polifonía para el deleite de todos


Caminar por las aceras de una ciudad a veces constituye todo  un reto, sin embargo hacerlo mientras el viento trae consigo armoniosas melodías y no el sonido chillón del claxon de un auto, es como dijo alguna vez Miguel de Cervantes Saavedra “la música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu”, y tener la oportunidad de escucharla en la calle alivia el recorrido y te anima a continuar.

Divisar a lo lejos una aglomeración de personas frente a un toldo verde, llama la atención y aún más si mientras te acercas, escuchas unos instrumentos y una que otra voz al ritmo de los mismos.  La curiosidad va en aumento y hasta el corazón da un salto al reconocer un grupo de jóvenes haciendo  música, lo que para algunos es sinónimo de libertad, y para muchos una expresión universal.

Pero no nos  encontrábamos en  una plaza de Bamberg donde en cualquier tarde de verano  es muy común sentarse en  uno de sus bancos a disfrutar de un helado mientras escuchas una banda de rock o de pop afinando sus instrumentos para luego deleitar a sus espectadores con una excelente puesta en escena de sus mejores composiciones, en donde el tiempo se detiene, y evocas recuerdos al son de cada compás, en tanto que divisas a lo lejos el recorrer del río Regnitz o la majestuosidad de la Catedral cuya estructura de estilo romántico hacen de una tarde cualquiera un interminable suspirar.



Para nada; era en las Mercedes, Municipio Baruta en donde estábamos, en la que empezó (para mí)  la travesía de caminar por toda su avenida principal y detenerme en cada estación de lo que es una celebración internacional  y que ya hace treinta años se celebra en Francia, ¡La Fiesta de la Música!, cuyo objetivo es  el de promocionar la música  llevándola a las calles con la organización de conciertos gratuitos, en los que el público tenga la oportunidad de presenciar sus artistas preferidos.

Por supuesto que también pudimos comprobar lo que decía Platón en cuanto a la música, la cual es para el alma lo que la gimnasia es para el cuerpo, porque caminar desde antes la Plaza Alfredo Sadel  hasta la esquina del CVA, bajo un Sol mayor y esplendoroso constituyó parte del reto del que hablábamos al principio, pero  sumamente satisfactorio, al llenarnos  de armonía y buena vibra escuchando a cada uno de los grupos que nos obsequiaba su trabajo con una algarabía contagiosa.


Observar desde cómo se preparaban haciendo contorciones con su cuerpo y gesticulando para comenzar la presentación o haciendo una llamada de último minuto al pana que no había  llegado, hasta improvisaciones y saltos, repletos de ánimo y sonrisas de músicos, coordinadores, fotógrafos, animadores y del público en general, que se acercaba con el único objetivo de disfrutar algo distinto y  con un entusiasmo rebosante; o como llegó afirmar el filósofo alemán Arthur Schopenhauer  “en la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad”.


Les comentaré algo más, el recorrido lo logré porque conté con el apoyo de Francisco Lizarazo, quien les dirá con más detalle de que se trata toda esta fiesta, la cual tituló:

 Muchos actores y un solo destino: la Música
Hay empresas que por su magnitud requieren el esfuerzo de muchos para que el resultado sea el que podría ofrecernos un reloj suizo, cuya maquinaria trabaja unida y cada parte cumpliendo un objetivo específico, que al sumarlos todos da la fama que se han  ganado estos artículos: precisión.

Si en el 2011 la Fiesta de la Música en Caracas fue una experiencia que reunió a varios músicos alrededor de 25 estaciones, todos actuando según un cronograma en 5 municipios capitalinos. La experiencia del 2012 superó la anterior, y eso requería desde el punto de vista periodístico reforzarse y pensar estrategias para mejorar el “descubrir”  lo que ese 16 de junio la ciudad ofrecería al llamado ciudadano de “a pie”.

La meta de los organizadores  era a reunir más de 800 músicos y 40 animadores en 5 municipios de Carcas, y 3 ciudades del estado Miranda, para que en 5 horas se generaran melodías “desenchufadas” simultáneamente en 40 estaciones y 8 circuitos.
 Si ellos pensaban así, entonces quienes estábamos dispuestos a reseñar esta fiesta debíamos también crecer y por ello está crónica es a cuatro manos.
La mecánica pretendía ser sencilla: comenzar en un punto  y de allí seguir hasta donde las colas tradicionales de un día sábado permitieran movilizarse dentro de Caracas. Este punto inicial, en mi caso fue El Hatillo, lo que en principio pudiera parecer una tarea fácil,   pero como siempre digo… Hay más.

Quien piense que llegar un sábado a la Plaza Bolívar de El Hatillo es una tarea de pocos minutos, es que nunca ha hecho el recorrido desde Altamira. Porque no es que sea una distancia insalvable o muy larga, es que desde que uno comienza a llegar a La Trinidad el panorama se vuelve, sea la hora que sea, de un mar de autos formando colas y tocando las cornetas, no precisamente para hacer música, sino buscando que los otros se muevan más rápido, si acaso eso fuera posible.


Pero aquí estamos para hablar de música, de cosas agradables y aunque con algunos minutos de retraso, cosa normal cuando comienza una actividad, las 4 estaciones del municipio El Hatillo comenzaron a sonar, invitando a quienes pasaban por cada estación a participar en esta experiencia.
Desde solistas, como Pablo Briceño, con su guitarra, pasando por el taller de canto San Nicolás de Mira,  el jazz latino de ensamble Curare, o el jazz más clásico de Pepperoni’s Funk Machine todos los intérpretes musicalizaron la primera hora de la Fiesta y lograron que la inicial curiosidad de los transeúntes se transformara en un genuino interés por conocer lo que se hacía en esos toldos verdes mientras los animadores hablaban de la celebración que comenzó en parís en 1982, y que se celebra los 21 de junio en Francia.

Incluso en la Saint Jacques, sí con nombre francés porque todas tenían denominaciones de las estacones del metro de París, quienes asistían al toldo rojo del PSUV se daban su vuelta por su homólogo verde para “vacilarse” la nota de estos jóvenes que le apuestan a la música como elemento integrador de la sociedad, porque recordemos que la música es un idioma universal que todos pueden experimentar y disfrutar.

 
Una calle con mucha música

Ya cayendo la tarde, casi las 4, y tras una larga cola de regreso de El Hatillo, y un paso rasante por Las Mercedes, concluimos en el municipio Chacao, donde a lo largo de la avenida  que sube del centro comercial Sambil hasta llegar al otro extremo, donde está el centro comercial San Ignacio estaban ubicadas 8 estaciones a punto de culminar sus actuaciones.

Por eso de la hora, y la rigurosidad en el cumplimiento del cronograma estipulado por Estación Inalámbrica, que dirigen Dalia Ferreira y Thamara  Bryson,  y la Alianza Francesa como organizadores,  ya varios de los centros habían finalizado, pero sí alcanzamos a escuchar las notas cariocas de Só Sambista en el toldo verde denominado Palais Royal, como la estación del metro de París, donde los asistentes disfrutaron de esta agrupación se tomaron fotos y  bailaron al ritmo caribeño.

Un poco más arriba la actividad había finalizado pero en “La Defense”, frente al San Ignacio, los Gipsy Ska  estaban haciendo que los jóvenes bailaban al ritmo de los gitanos incluso entonaron el cumpleaños feliz con sus instrumentos, porque la banda estaba de aniversario, y luego vendieron algunos CD de sus temas.


Fueron 5 horas, un gran esfuerzo de los organizadores para que los caqueños tuvieran una tarde musical con grupos que muchas veces no oímos o que sencillamente no conocemos, por lo que se agradece  este trabajo, que como siempre sucede tendrá luego su evaluación, como por ejemplo el uso de los altavoces que poco o nada hacen ya que no son suficientemente potentes, o la necesidad de mejorar la capacitación de los animadores, pero eso, como todo en la vida, es tema   que puede ser solventado, lo cierto es que los habitantes puedan pasar un momento de calidad en Caracas, un lugar que como dice Gustavo Cerati es una “ciudad de la Furia”, o esa es, en esta oportunidad, nuestra  Visión Particular.

domingo, 24 de junio de 2012

Periodismo: una maravillosa escuela de vida


”Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. ..”  Ryszard Kapuscinski


El día a día está lleno de retos en todos los ámbitos que nos ha tocado vivir, en especial para los periodistas, que debemos salir cargados de energía y muy motivados para realizar nuestro trabajo, para el cual muchas veces no se tiene horario y debemos estar atento a cada acontecimiento en marcha, poniendo a prueba nuestra capacidad tanto profesional como de improvisación en el acto.

Creo que debemos partir del hecho que el periodista es ante todo  un ser humano, que como tal sus sentimientos juegan un papel importante en lo que redactará en cada pauta; que lo que trasmitirá llevará su inconfundible firma y por más plantilla aprendida en el curso de su formación, será en definitiva su esencia  la que brindará a través del medio para el que trabaje. La forma en que difunda la información o noticia en un momento determinado, quedará en el imaginario colectivo de quien reciba tal información, como lo supo expresar Aristóteles cuando dijo que “la habilidad de expresar una idea es tan importante como la idea misma”.

Por otro lado y parafraseando a  Ignacio Rodríguez Reyna, periodista de diferentes diarios mexicanos, entre ellos la Reforma y El Universal, “el reto para todos, profesionalmente, es ir construyendo espacios. No importa si trabajamos en un medio  con mucha fortaleza y solidez financiera, o un medio más pequeño, mediano o regional; lo importante es abrir espacio, este es un oficio cuya lucha no acaba”.

Y  como la mejor forma de abrir esos espacios  es  darle formación a las nuevas generaciones,  el Colegio Nacional de Periodista  a través su  Seccional DC Caracas y  las asociaciones civiles “Educa-artes” y “5 Días 5 Visiones” en el marco de las celebraciones del  “Mes del Periodista”, estarán organizando una serie de actividades y talleres de mejoramiento profesional para sus agremiados y público en general, para lo que se darán cita del 25 de junio al 29 de junio del 2012, en la Terraza del Mercado de Chacao, desde las 8:00 am hasta las 12:00 pm, diferentes profesionales de la comunicación para ofrecer diversas visiones sobre la Comunicación Social en nuestro país.

Ya lo decía Joseph Pulitzer que “el poder para moldear el futuro de una República estará en manos del periodismo de las generaciones futuras”.

La oportunidad de ejercer esta profesión  me ha permitido entre muchas cosas, evaluar la forma en que interactúo con el mundo,  transmitir sus valores,  posicionar el ego,  sistematizar mi horario,  motivar mi  tenacidad,  hacer excelentes amigos…  en fin, estoy de acuerdo con Alejo Carpentier, “el periodismo es una maravillosa escuela de vida”.