lunes, 30 de julio de 2012

¡Trabajando para rescatarte!


“¿Por qué no acertamos a valorar, ni apreciar los dones de la naturaleza? Cómo si una vez estropeada por la contaminación, el hombre pudiese comprar una nueva ¡NO!: la naturaleza no tiene recambio”.
Ernesto Vieitez Cortizo

Se podría pensar que el ser humano es egoísta cuando no toma conciencia de su entorno  y solo toma para sí todos los recursos de la tierra, que  los utiliza a su antojo, satisface sus necesidades y se olvida por entero de conservar eso que en otro momento irremediablemente no solo, él  lo necesitará de nuevo, sino que la generación siguiente también lo hará.

  ¿Y qué le dejamos a dicha generación?

Aires contaminados  de uranio, plutonio y otros metales, así como partículas de radioactividad, debido a catástrofes nucleares;  o lleno de gases altamente tóxicos por productos químicos usados en  fábricas de armamentos, plantas químicas o explotación minera.

Los estudios científicos menos esperanzadores indican que de toda el agua que hay en la Tierra, solo el 3% es dulce, y de ésta solo la mitad es potable.

Y  la contaminación del suelo  aparece al producirse una ruptura de tanques de almacenamiento subterráneo, aplicación de pesticidas, filtraciones de rellenos sanitarios o de acumulación directa de productos industriales, la cual produce que los suelos se hacen infértiles. (Wikipedia)

¿Y qué me dicen de la basura? Toneladas y toneladas cada año. ¿¡Qué estamos haciendo!?

En  el 2008 los estudios Disney/Pixar estrenaron  una película de animación, dirigida por Andrew Stanton, cuyo personaje principal, el muy conmovedor Wall-E  que según el guión, es el último mini-robot de la Tierra, que por culpa de la contaminación  queda cubierta de basura, y para limpiarla, los habitantes dejan  el planeta e instalan millones de robots como Wall-E para limpiar y rehacer un mundo habitable. La trama, critica abiertamente las decisiones que en términos de respeto al medio ambiente tomamos los humanos.

Sin embargo, en la vida real no podemos ni  abandonar la única nave espacial que tenemos y mucho menos esperar que llegue un “Wall-E” a reparar el daño proporcionado irresponsablemente por nosotros mismos.

Así  que iniciativas como la que en días pasados fue presentada por la empresa Fospuca,  en conjunto con la Alcaldía de Baruta y el Instituto de Diseño de Caracas dándose cita en el Teatro Trasnocho, para una exposición titulada “Transformamos la Basura en Cultura”, es el granito de arena para la concientización del reciclaje de los desechos, en mejora de nuestro medio ambiente.

“Transformamos la Basura en Cultura” es una primera muestra conformadas por piezas diseñadas y elaboradas por alumnos cursantes del tercer semestre en el Instituto de Diseño de Caracas, utilizando para ello desechos sólidos, dando como resultado ingeniosas esculturas, casualmente algunas inspiradas en Wall-E.



Para ello no solo hubo una alianza entre los entes públicos y privados nombrados anteriormente, sino que a través de un jurado calificador, conformado por el alcalde de Baruta, Gerardo Blyde, la directora del Centro Cultural Trasnocho, Solveing Hoogesteijn; el artista plástico Argenis Díaz; y
el director del Instituto de Diseño de Caracas, Freddy Balza decidieron premiar a los tres  artistas, cuyas esculturas _ según su criterio_ les pareció más originales de las 27 expuestas; aún cuando   en palabras de Néstor Luis Pérez, Presidente de Fospuca consideró que “ en este concurso, ya ganamos todos, ganó el municipio, ganó la Alcaldía, ganó Fospuca, ganó la ciudad; porque estamos entendiendo que con este tipo de iniciativas vemos como nuestros vecinos hacen cosas interesantes y lo más importante ayudamos a nuestro planeta para que esté cada día mejor”.
El 3er premio fue para la obra titulada “Gran Pez” de mano de María Antonieta Méndez; el 2do premio para la escultura “Mantis” realizada por Sebastian Iturriza, y el 1er premio se lo llevó Jongremil J. Blanca con su creativo “Gran Pintor”.

Y si de Cultura Ambientalista se trata…

Según el Alcalde Gerardo Blyde, la Alcaldía de Baruta es un ejemplo a seguir en materia de recolección de desechos en el país.

En entrevista  para www.seryhumano.com  comentó que “lograr obtener el mejor sistema  de recolección de basura de todo el país, no es una cosa obtenida de un día para otro, ha sido un trabajo  arduo bien gerenciado, en conjunto con la empresa privada y una alcaldía que entiende sus funciones”

¿Qué políticas educativas en materia ambiental  y de reciclaje específicamente, lleva a cabo la Alcaldía?

“Hemos empezado por las escuelas, porque es más fácil enseñarle a través de actividades de los valores del reciclaje al niño que al adulto. Es por eso, que apoyamos este tipo de concursos sobre arte y desechos, porque ayuda a reflexionar el tema de la contaminación; es mucho más fácil entrar en una cultura ambientalista a través de los niños, por aquello que “loro viejo no aprende a hablar”, pues que los loros nuevos enseñen a los nuevos.”

En países industrializados con cultura de reciclaje de mucha data, se garantiza el destinatario final de los desechos reciclados, ¿La Alcaldía de Baruta se encuentra en capacidad de garantizar lo mismo?

“El éxito del reciclaje depende no solo de que, se asegure el destinatario final de los productos que  recicles, sino también que asegures quien adquiera el producto, ya sea los tipos de plásticos o de aluminio o vidrio, de lo contrario no puedes lograr con éxito una política de reciclaje; es cierto, los países que lo han logrado, es porque logran el ciclo completo, desde la separación de los desechos  hasta el destino final. En Venezuela es cuesta arriba y a veces puedes desincentivar a la gente luego de una campaña para el reciclaje, sino le garantizas el destino final.”

Últimas tendencias mundiales

Y cómo el planeta lo conforma más que un municipio quería compartir con ustedes, lo que recientemente empresas como McDonald´s están haciendo por el medio ambiente en materia de reciclaje. Para los juegos Olímpicos y Paraolímpicos Londres 2012, _nos comentó   el señor Rafael Romero gerente de comunicaciones_,  se diseñó el Restaurante más grande del mundo de la cadena McDonald´s  con materiales reciclables en un 95%,   por lo que luego de los juegos se desmantelará y esos materiales se enviará a instituciones caritativas que se encargan de rehusar dichos materiales  en la construcción de viviendas. Así cómo las cocinas y demás utensilios serán distribuidos  a otros restaurantes.

Ya sea a través del arte como en “Transformamos la Basura en Cultura” o contrayendo edificios inteligentes,  con materiales sustentables o creando conciencia a través de videos, podemos mantener la  esperanza por un mejor futuro en nuestro querido planeta Tierra,  pero con el compromiso de animarnos en la acción como nos dijo Wall_E en su momento: “¡Trabajando para rescatarte!”

Yosmar Herrera

viernes, 27 de julio de 2012

"Voy a ganar, voy a ganar"


La espontaneidad, el positivismo y el brillo en los ojos son características que jamás debería perder el ser humano, como tampoco las ganas de vivir con pasión  minuto a minuto con la misma  sencillez con que puede soñar un niño.

Y el sueño de presenciar los Juegos Olímpicos de Londres 2012 ha comenzado  hacerse realidad para Alejandro Reyes Colina que con tan sólo 10 años de edad será el corresponsal  de McDonald´s en la capital de Inglaterra, luego de que por unanimidad ganó el concurso  “Viviendo el Espíritu Olímpico” cuya participación fue de casi 3000 niños a nivel nacional.


Alejandro tendrá como compañera de viaje  a su mamá, María Fernanda Colina que con orgullo y una hermosa sonrisa nos comenta que “esto es algo fascinante para Alejandro;  lo que lo tiene más emocionado es el intercambio cultural con otros niños del mundo, experiencia,  con la que seguramente aprenderá muchas cosas”.

Jean Jacques Rousseau decía “la infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir” y eso se hace evidente al observar  lo desenvuelto y elocuente que es Alejandro ante una cámara; en opinión de Isabel Sansone jefe de Mercadeo de McDonald´s “sin lugar a dudas estamos convencidos de que Alejandro va hacer un papel importante, entre los 200 niños que van a estar acompañándolo en Londres, porque demostró tener simpatía, valentía y osadía al ir más allá de lo que estábamos pidiendo en el concurso, entrevistando a un atleta _ José Bravo, jugador de baloncesto profesional del equipo Gigantes de Guayana_ en el sitio donde se llevan a cabo las competencias".




“Estamos seguros de que el nombre de Venezuela se hará sonar por él, por todos esos mensajes que nos enviará a través de las redes sociales a las cuentas de Twitter @mcdonalds_ve  y @deporperiodista, además del blog www.mcdonalds.com.ve/juegosolimpicos , compartiendo las experiencias junto a otros pequeños reporteros de América Latina y el mundo”, dice Sansone.

Alejandro es un gran fanático de los deportes, destacándose en la práctica del beisbol, disciplina que lamentó se encontrase  ausente en las Olimpiadas, “porque _ considera_  que junto al básquet y al futbol son los deportes más famosos del mundo”. 


Las competencias que presenciará Alejandro serán las de natación, atletismo y tiro con arco, además de visitar puntos turísticos y participar en la Ceremonia de Medalla, lo que constituirá un gran encuentro de confraternidad con todos los niños y atletas del mundo. También visitará el McDonald´s instalado en el Parque Olímpico, construido especialmente para este evento con capacidad de atender a 1.500 clientes al mismo tiempo y ser totalmente ecológico.








“Viviendo el Espíritu Olímpico” es parte de un programa que llevamos a cabo para incentivar la práctica del deporte, y sobretodo ofrecer a la familia venezolana actividades de formación integral y la valorización de la vida saludable”, puntualizó Sansone.




Es difícil no contagiarse del buen ánimo con que se comunica Alejandro, algo que sin duda le ayudará no solo para llevar a cabo su nueva odisea, sino para su futura profesión _ confesó_ que desea ser periodista; con suma naturalidad expresa sus ideas y deja salir un espíritu competitivo, cuando en un mensaje ayer en su despedida, antes de embarcar rumbo a Londres nos dijo a los medios y a los miembros del Comité Olímpico Venezolano presentes, “si tienes una meta, siempre sean positivos y diga: voy a ganar, voy a ganar, voy a ganar”. 


domingo, 1 de julio de 2012

Del verbo amar


¿Alguna vez han escuchado que una madre lo es antes de tener un hijo?  Creo que a mí me sucedió. Desde niña, no podía ver en cualquier parte un bebé sin que pudiera ceder a la tentación de acercarme y tratar de acariciarlo, sin que esto de alguna manera molestara o incomodara a su mamá. La ternura que irradia un pequeño ser humano es tan infinita – pienso yo- que nada se le compara. Mi madre me regañaba cada vez que yo quería agarrar los piececitos de un pequeñín desconocido.
Quizás dirán que podía darle todo ese cariño a las muñecas, pero era algo extraño en casa poder tocar el juguete ícono de las niñas, porque no estaban a mi alcance, literalmente; mi madre las colocaba en lo alto de una pared como si se tratara de un cuadro en 3D a la cual solo se le podía ver de lejos pero no jugar con ellas.

Jugué con carritos y patinetas, legos y tacos, pero eran objetos sin ninguna característica particular que lo hicieran parecer otro ser humano, por lo que no podía darle besos y abrazos. Tenía  a mis hermanitas, pero se movían mucho y no se dejaban mecer como bebés…

Cuando llegó mi hermanito a casa fue mi bendición, pero a quien asignaron la tarea de cambiarle los pañales y darle el biberón fue a una de mis hermanas y no a mí, yo tenía otras tareas, como salir a trabajar. Contaba para aquel entonces si  mal no recuerdo con 13 años, aunque ya lo hacía desde los 10 u 11, sólo que no fue sino hasta esa edad que entendí lo que implicaba una serie de responsabilidades con respecto a un hogar.

Recuerdo que soñaba despierta que era una princesa y que pronto llegaría mi príncipe azul, y lo más importante pronto llegarían los pequeños príncipes a un hogar cálido y lleno de mucho amor, para vivir por siempre felices.  No es que no contara con un hogar,  yo tenía un hogar, pero el amor que nos brindábamos era  solo entre las princesas que parecíamos más cenicientas… mis hermanas y yo nos encargábamos de un castillo abandonado por un rey  que tras el divorcio de su reina le importó poco lo que sucediera puertas adentro y fue en la búsqueda de su propia felicidad construyendo otro castillo muy lejos.

En nuestro diminuto  reino, la reina se comportó como una arpía con las princesas, las cuales trataron siempre de protegerse entre sí y proteger al pequeño príncipe  de los maltratos físicos y psicológicos a los que día a día eran sometidos cada uno de manera sistemática.

Aún en la transición de niña a mujer en esas circunstancias, no perdí nunca  la capacidad de soñar y mucho menos  la de amar.  Y aunque me fascinaran los bebés, pronto entendí que eso de ser madre a los 15 como la Virgen María, no me iba a ayudar a obtener más amor ni mejoraría  la economía doméstica, al contrario, ya a bastantes sacrificios alimenticios estábamos sujetos en casa.

Esperé a que realmente tuviera la capacidad de diferenciar un cuento de hadas de la realidad, o por lo menos eso creí.  Cuando me casé, aún era muy joven y casi de inmediato mi instinto maternal dio rienda suelta a la naturaleza; ¡por fin había llegado el momento de tener mi propio bebé! El cual nadie me diría si podía o no, besarle sus pies, abrazarlo y amarlo con toda mi alma.

Y luego busqué otro. Y así, ya tenía dos pequeñitos hermosos, dos seres humanos que salieron de mí, que los amaba desde antes de ser creados.
Con el tiempo olvidé las carencias del antiguo castillo. Aprendí la conjugación en presente del verbo amar, recibiendo en mi corazón el amor de mis propios principitos. Soñando despierta como la reina de un castillo que se renueva cada día, no con achacosos rencores, sino con amor del bueno.


Hoy en día, al ver un bebé igual quedo extasiada y con ganas de querer besar sus piececitos, pero ya me sé contener. Voy a casa y abrazo y beso a mis príncipes  que ya son más altos que yo y siento que si el día contara con más horas, tendría más horas para conjugar ese verbo tan maravilloso que es amar.



30 minutos