martes, 14 de octubre de 2014

¡Ah, solo es un prejuicio!

Un prejuicio es el proceso de formación de un concepto o juicio sobre alguna cosa de forma anticipada; implica la elaboración de un juicio u opinión acerca de una persona o situación antes de determinar la preponderancia de la evidencia, o la elaboración de un juicio sin antes tener ninguna experiencia directa o real. 

También se podría definir  como el criticar casi siempre de forma negativa una situación o una persona sin tener suficientes elementos previos.

Para la psicología, los prejuicios cognitivos son distorsiones que alteran el modo en que las personas perciben la realidad.

Todo lo anterior son definiciones de un prejuicio.... en frío, es decir, en teoría. En la práctica nos manejamos en forma prejuiciosa y ni nos damos cuenta, al emitir opiniones por aquí y por allá, creyendo que tenemos la verdad en las manos, considerando como correctos nuestros “juicios”.

¿Cuántas veces decimos lo primero que se nos viene a la mente?

¿Y si eso viene a ser un prejuicio?

Lo que no dice por ninguna parte de cualquiera de esas definiciones, es que con los prejuicios no solo sacamos a la luz nuestra ignorancia, sino que además en muchas ocasiones _ por no decir siempre_ herimos los sentimientos de otras personas.

Lo otro es que “mi realidad”, esa que puedo llevar como estandarte, no es ni por casualidad “la realidad” del resto del mundo, es decir, lo que yo percibo no es necesariamente lo mismo que perciben los demás, de tal modo que ni existe una sola realidad ni puedo tener la propia como un reluciente escudo, como si con eso no corriera el riesgo de ser una mortal prejuiciosa.

Esa actitud prejuiciosa puede observarse en todos los ámbitos y actividades de la sociedad; incluso es muy común verla, sentirla y hasta apoyarla de alguna manera en la familia.
Solo hay que ser distinto al otro para que éste se sienta con el derecho de emitir un prejuicio ante mi piel, género, partido político, religión, manera de amar y ¡pare usted de contar!

Podrías decir “¡Ah, solo es un prejuicio!”  si, ciertamente, pero me pregunto ¿cuántas guerras se han iniciado con tan solo un prejuicio?

@yosmarherrera


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