La dicha de despertar en la mañana es insuperable. Y, si
se ha tenido la gran suerte de descansar con un sueño reparador, ¡es la gloria!
Cuando comienza el día, no más abres los ojos, ¿cuál es
tu primer pensamiento?
Ese primer pensamiento quizás sea el más importante de
todo el día, porque determinará el resto de pensamientos, los guiará, por
decirlo de alguna manera.
Si te despiertas y solo piensas en el montón de
responsabilidades a cumplir, de seguro el estrés se hará presente desde ese
momento y ¡ni siquiera te has levantado de la cama!
Si por el contrario, te esfuerzas a solo respirar y
concentrarte en imágenes que incluyan sonrisas por doquier, agudizas los
sentidos para aspirar el brillo del amanecer, tu cuerpo reaccionará
positivamente, dando paso a un gran día.
Ni se te ocurra salir apurado de entre las sábanas,
tómate un tiempo, unos pocos minutos bastan. Usa ese don humano llamado
imaginación y escúchate a ti mismo diciendo, este es ¡EL MEJOR DÍA!
@yosmarherrera
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